La causa más común cuando tenemos los ojos rojos es la conjuntivitis que es una irritación o inflamación de la conjuntiva una capa transparente y delgada que cubre la parte blanca del ojo y recubre el interior de los párpados
Conjuntivitis alérgica
Se produce por reacción alérgica a alguna sustancia (polen, pelo de los animales). Se caracteriza por enrojecimiento leve, picor o escozor, inflamación, secreciones de tipo acuoso. El tratamiento se hace evitando las sustancias que producen alergia, lavados frecuentes y con colirios (antihistamínicos y vasoconstrictores tópicos), incluidas algunas gotas para los ojos que requieren receta médica, en algunos casos, el profesional puede recomendar una combinación de medicamentos para mejorar los síntomas.
Conjuntivitis viral
Ocurre cuando un virus produce hinchazón y enrojecimiento de la conjuntiva. Existen varios virus que pueden causarla: algunos son comunes y causan síntomas leves, como los del resfriado y la gripe; otros pueden causar síntomas más severos, como el virus zóster (virus de la varicela y la culebrilla) o el Sar cov 2 del covid. La conjuntivitis viral a menudo es contagiosa y puede contagiarse mediante las gotitas que se despiden al estornudar o toser o al estar en contacto cercano con la persona afectada.
Síntomas: ojos rojos, llorosos, picazón y en algunas personas se presenta sensibilidad a la luz. A menudo también hay síntomas de resfriado con goteo nasal, dolor de garganta y tos.
Por lo general no se necesita tratamiento específico y los síntomas normalmente desaparecen en dos semanas o menos. A veces las personas se sienten mejor al lubricar los ojos con gotas oftálmicas y colocar compresas frías sobre los ojos.
Conjuntivitis bacteriana
Es causada por bacterias. Los síntomas son enrojecimiento, lagrimeo, irritación y secreción amarilla o verdosa. Generalmente empieza en un ojo y como es tan contagiosa rápidamente pasa al otro. Para el tratamiento el profesional de la visión podría recetarte antibióticos, que generalmente son gotas o ungüento tópico. Los antibióticos pueden ayudar a reducir la duración de la infección, las complicaciones y la transmisión a otras personas.
Si presentas alguno de estos síntomas visita el profesional de la salud visual.